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miércoles, 27 de marzo de 2013

Un Mercado Liberado - William Gillis

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[caption id="attachment_978" align="alignleft" width="256"]Twitter de William Gillis Twitter de William Gillis[/caption]

Una de las tácticas que he adoptado en esta guerra entre las diferentes vertientes económicas de los anarquismos es referime al sistema mixto de corporativismo/mercantilismo/lovecraftiano moderno como “Kapitalismo”, y cuando hago referencia a los Anarco-capitalistas trato siempre de diferenciar entre los “Anarco”-capitalistas y los Anarco-”capitalistas”.

Estas estrategias han sido decentes, por no decir bastante efectivas a la hora de forzar a alguien en una discusión a razonar y pensar sobre los grados de sutilezas que existen. Pero estas distinciones están apuntadas sobre todo a los Rojos ignorantes por voluntad que (aunque son bastante molestos), no son nada comparado con los atroces Libertarios Vulgares. Esas mentes corporativistas que de hecho aprueban el sistema que los Rojos insisten en llamar “Capitalismo”. Sabés de quienes hablo. El contrera que considera a Somalia una utopía. Aquellos que encajan tanto en los estereotipos de los Rojos, esos que uno no puede más que clasificar como totalmente idiotas cuando dicen “la gente pobre se merece el hambre, que se jodan” o “bueno, despues de La Revolución seguro ponen a toda tu familia en campos de concentración y van a expropiar todas tus cosas.”.

En fin, por una casualidad del destino encontré una táctica diferente para hablar con estos últimos. En vez de referirme a las mecánicas del “libre mercado”, me refiero ahora a “un mercado liberado”.

Te sorprendería cuanta diferencia este pequeño cambio hace. “Mercado libre” suena a algo que ya existe y por lo tanto perpetua el mito Rojo que sostiene que el Corporativismo y la acumulación exorbitante de riqueza son consecuencias naturales de la competencia entre individuos (no lo son).

Mercados, no Capitalismo: Introducción

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dont tread on meLos anarquistas de mercado creen en los intercambios de mercado, no en el privilegio económico. Creen en el los mercados libres, no en el capitalismo. Lo que los hace anarquistas es su ideal: el de una sociedad totalmente libre y consensual  Una sociedad en la que se llegue al orden no a través de fuerzas legales o gobiernos político, sino a través de acuerdos libres y cooperación voluntaria sobre una base de igualdad. Lo que los hace anarquistas de mercado es que reconocen a los intercambios hechos en el libre mercado como un medio vital para lograr un orden social anárquico y pacífico. Pero los mercados que se imaginan no son como los mercados llenos de privilegios y favoritismos que vemos hoy. Los mercados que funcionan bajo el telo gubernamental y capitalista están impregnados de pobreza, destrucción ambiental, desigualdades radicales y concentración de poder en corporaciones, jefes y terratenientes. El consenso es que esa explotación (ya sea de seres humanos o de la naturaleza) es simplemente el resultado natural de los mercados sin control. El consenso sostiene que la propiedad privada, la competición y el fin de lucro deben, necesariamente, ya sea para bien o para mal, llevar a trabajos asalariados en entornos capitalistas, a la concentración del poder económico y social en unos pocos o a prácticas empresariales que se basen en el crecimiento sin miras a las consecuencias.


Los anarquistas de mercado no están de acuerdo. Dicen que el problema social del privilegio económico es real y persiste en el tiempo, pero que el problema no es un problema de la propiedad privada, de la competición o del lucro per se. No es un problema del sistema de mercados si no de los mercados deformados: deformados por la larga sombra de injusticias y el continuo uso del privilegio legal en nombre del capital. La tradición anarco-mercadista es radicalmente pro-mercado y anti-capitalista. Eso refleja su constante mira en el profundamente político poder de las compañías, en la dependencia de las élites económicas en la tolerancia o incluso apoyo del estado, en las barreras permeables entre las élites políticas y las económicas y en la aceptación cultural de las jerarquías establecidas y mantenidas por la violencia legislada y perpetrada por el estado.


domingo, 24 de marzo de 2013

Traducciones: Mercados, no capitalismo.

Me propuse hacer algo interesante, y después de pensarlo me decidí a traducir este librazo que leí hace cosa de un año: Markets, not Capitalism.

[caption id="attachment_940" align="alignright" width="248"]La portada del libro. La portada es hermosamente sobria.[/caption]

Markets, not Capitalism es una colección de ensayos, posts y otros escritos hechos por anarquistas individualistas desde el Proudhon hasta la actualidad. Toca un montón de temas de la tradición anarquista como la propiedad intelectual, el medio ambiente, la economía, el socialismo y, por supuesto, la propiedad. Todo de una manera muy amena y generalmente muy fácil de entender.

Voy a tratar de sumar, cuando pueda, algún tipo de información sobre al autor del artículo en sí, una pequeña biografía y foto. Para darle algo de valor agregado a la traducción.

Me voy a imponer un tipo de orden y regularidad con esto. Ligero, pero orden al fin. Todos los miercoles a las 17:00 (GTM -3:00) un artículo nuevo va a salir. El libro se divide en 48 artículos sin contar la introducción (que vendrá pegada al primer artículo).

Eso no es bueno para mis expectativas de terminar de hacer algo con un libro antes de los 20 (escribirlo quedó lejos de mis capacidades, pero traducir... uno siempre puede traducir), así que si veo que puedo publicaré dos por semanas. El problema es el compromiso: prefiero ir lento y seguro antes que prometer cosas que no voy a cumplir.

En fin, algo es seguro: ¡este miércoles sale la introducción y primer artículo de "Mercados, no capitalismo" en español! Estén atentos los amantes de las discusiones, la política, la economía, el anarquismo, la filosofía y... básicamente cualquier cosa.

Por cierto, para los que no gusten de esperar y quieran leer el libro en inglés, lo tienen acá.

martes, 24 de enero de 2012

Tres definiciones de "capitalismo".

Hay al menos tres definiciones de "capitalismo", y son:

  • capitalismo(1): un sistema económico que apoya la propiedad privada y el intercambio voluntario de bienes y servicios.

  • capitalismo(2): un sistema económico en donde el estado y las grandes compañías se ven envueltas en una relación simbiótica

  • capitalismo(3): un sistema en donde los capitalistas (es decir, un pequeño número de personas que poseen riqueza para la inversión y los medios de producción) controlan las empresas, la sociedad y/o el estado.


Advocates of Freed Markets Should Oppose Capitalism (Gary Chartier, 2010)

Es importante notar que los que advocamos por algun tipo de anarco-capitalismo (o anarquismo de mercado, o libre mercado anti-capitalista, o como lo quieras llamar) lo hacemos usando la primera definición. 

La segunda definición es un resultado directo de la intervención estatal en la libertad del pueblo.

Y la tercer definición, es simplemente un resultado del status quo actual, un resultado del capitalismo(2), bajo el cual estamos viviendo.

miércoles, 11 de enero de 2012

Pensamientos para un amigo socialista.

La siguiente es una traducción libre (y muy mala) hecha por mi persona del capitulo "Buckshots for a socialist friend" del libro "The Machinery of Freedom" de David Friedman. El PDF del libro está disponible de forma gratuita (¡y legal!) aquí, aunque está en inglés. Dependiendo del recibimiento de este primer intento de traducción, quizá intente traducir otros también.



I


Objetás que incluso si las instituciones basadas en la propiedad privada funcionasen, igual serían injustas. Cada cliente, cuando gasta una cantidad de dinero en los productos que desea, "vota" por la producción de esos bienes. Los ingresos no son iguales, reflejando (siendo todo lo demás igual), habilidades diferentes, así que algunas personas tienen más "votos" que otras. En un sociedad socialista-democrática ideal, por otro lado, los recursos se manejan de manera democrática: cada persona tiene una voto. Ergo, es superior a una sociedad capitalista.


La analogía entre gastar y votar, aunque muy usada entre los defensores del capitalismo, no es precisamente perfecta. Si no nos preocupamos por la igualdad, el gasto es un mucho mejor sistema para distribuir los recursos, y, paradójicamente, es también mucho más igualitarista. Esto es porque la plata, una vez gastada, no puede ser gastada de nuevo, dejándote con menos plata para gastar luego. El voto, en cambio, puede ser usado una y otra vez.


Veamos una situación con dos hombres: uno tiene un ingreso de $10.000 por año y el otro de $5.000, y digamos que hay otra situación, donde uno es parte de un partido político que tiene 10 votos, y el otro de una partido político que tiene 5 votos.


Examinemos el caso del dinero: cuando compitan por bienes necesarios, el rico va a ganarle al pobre. Si solo hay comida para una sola persona en el mercado, sería el pobre el que pase hambre. Pero cuando el rico quiere lujos, y el pobre bienes necesarios, el pobre gana. Supongamos que el rico, habiendo ya comprado suficiente harina como para hacer su propio pan, quiere comprar el resto de la harina en el mercado para hacer máscaras de papel maché para sus hijos en Halloween. El pobre aún no tiene nada que comer, va a estar dispuesto a usar tanto porcentaje de su ingreso como sea necesario para comprar la harina. El rico ya ha usado la mitad de su ingreso para comprar la harina necesaria para hacer el pan (ya que ahí estaba compitiendo contra el pobre, y debía pagar al menos un peso más que el pobre para "ganar" la competencia), y cualquier persona lógica se da cuenta de que por más rico que sea uno, no va a gastar la mitad de su salario en máscaras para Halloween, así que aquí se le permite al pobre comprar la harina, y a un precio incluso menor que $5.000.


Veamos el caso con los votos: el hombre con más votos dirá que la harina tiene que ser entregada a él (y a sus aliados) para hacer pan. Luego de eso vota para tener toda la harina restante, para las máscaras de papel maché. Gana las dos veces. Diez votos contra cinco. Ya que al votar se participa de un proceso que es mucho más "a todo o nada" que al gastar, las desigualdades (que existen) son de una brecha mucho más grande. Esto podría explicar porque en nuestra sociedad, donde los pobres son también débiles políticamente, les va mucho mejor en las cosas que se compran de forma privada (comida, ropa, etc) que en las cosas provistas por el gobierno (protección policial, educación, etc).


Las instituciones políticas, así como los "intercambios de favores" en los senados, han desarrollados sistemas para mitigar las características del "todo o nada" del voto. Un senador indica qué tan importante es su ley mediante cuantos votos en otras leyes de otros senadores esté dispuesto a cambiar por sus votos en su ley. Este es un burdo sustituto para un mercado, un intento de representar a millones de personas realizando intercambios entre solo algunos pocos sobre algunos pocos asuntos.


¿Se podrían crear instituciones que solucionasen este problema de raíz? Este problema a sido investigado ya por Ludwig von Mises en los años 20 y sus argumentos se pueden encontrar en "Socialism: An Economic and Sociological Analysis" y también popularizados por la novela "Time Will Run Back", de Henry Hazlitt's. La respuesta, por cierto, es no. Si un gobierno socialista democrático modificó lo suficiente el sistema como para permitir sistemas de control político tan adecuados como los del capitalismo, han simplemente reinventado el capitalismo... como ya descubrieron en Yugoslavia.



II


Coincidís en todo lo que digo sobre la corrupción de los reguladores y su conversión a meros sirvientes de los intereses de aquellos a quienes regulan; coincidís en lo que digo sobre el gobierno distribuyendo la riqueza de los pobres a los ricos. Yo lo veo como evidencia en contra de la propiedad estatal. Vos lo ves como evidencia en contra de la propiedad privada.


Decís que es la desigualdad del ingreso, poder y status en esta sociedad capitalista lo que corrompe los elementos del estado. Para vos, el tema es solo que hay algunos más ricos que otros y que por eso pueden usar los métodos del estado para robarles a esos otros en su propio beneficio.


Pero robar de los pobres para beneficiar a los ricos no es de ninguna manera la única forma de robo que tiene el estado. Considerá el CAB. Al mantener los precios de los vuelos bien por arriba de los precios del mercado, beneficias a las empresas de las aerolíneas, es decir, a los inversionistas y a los empleados, a costa de los clientes. Al prevenir la creación de nuevas aerolíneas, beneficías a los inversionistas de las compañias que ya existen a costa de aquellos que podrían ser inversionistas, clientes o empleados de las nuevas aerolíneas que podrían formarse.


Los pasajeros de las aerolíneas no son pobres. Algunos son, sin ninguna duda, más ricos que el inversionista promedio, y muchos son más ricos que el empleado promedio. ¿Como es que se encontraron del lado que está siendo perjudicado por las medidas del gobierno, incluso teniendo más dinero?  La respuesta puede ser entendida mediando lo que los economistas llaman "externalidades". Una externalidad es una consecuencia de mis acciones que beneficia o daña a alguien, sin que pueda cobrar si le doy un beneficio o pagar, en caso de que se trate de un daño.


Por ejemplo, si quemo hojas en mi patio y el humo molesta a mis vecinos, les estoy molestando, y ellos no pueden reclamarme nada. Podría quemar mis hojas, incluso cuando el costo de hacerlo (incluyendo los ojos llorosos de mis vecinos), sea más de lo que tendría que pagar para que alguien simplemente venga y las recoja.  Esto, dicen los que se oponen al capitalismo, sería una imperfección en una sociedad capitalista, y tienen razón.


Las externalidades juegan un papel muy importante en las instituciones controladas con votos. Si gasto tiempo y energía en descubrir qué candidato va a ser el mejor presidente, el beneficio de esa inversión (si es que lo hay), esta distribuido entre millones de personas más. Eso es una externalidad mayor que 99,999 por ciento. A menos que sea terriblemente obvio a quien debo votar, no vale la pena gastarse el tiempo en votar inteligentemente, a menos que esté en una situación donde tenga que votar en algo en lo que me conviene mucho ganar. Es decir, si represento a un interés particular.


Volvamos al CAB. Para que yo, un simple viajero ocasional, haga algo para cambiar el status quo, tendría que investigar mucho: a qué votá cada miembro del congreso, por quien fue recomendado y como votaron los senadores en cada ley relacionada con las aerolíneas. Incluso habiendo hecho eso, las probabilidades de que mi voto haga alguna diferencia en el asunto, es de una en millones. E incluso si tengo éxito, lo único que gano es ahorrarme un poco de plata en cada viaje que haga. No vale la pena. En cambio, para la aerolínea, la misma "investigación", el mismo tiempo invertido en saber sobre cada senador, vale millones. Para ellos, sí vale la pena. No es que sean más ricos que todos los pasajeros de las aerolíneas combinados; es solo que están concentrados y los pasajeros, dispersos.


En la política, los intereses particulares son un jueguito simple. Imaginemos que cien personas se sientan en un círculo, cada una con su bolsillo lleno de dinero. Un político viene y le saca un peso a cada uno. ¡Un peso! ¿A quien le importa?. Al terminar, el político elige una persona y le da $50. Esa persona está como si hubiese visto a Jesús, feliz como cuando nació su hijo. El proceso es repetido, pero cada vez los $50 se le dan a una persona diferente. Después de 100 rondas, todo el mundo perdió $100, ganó $50 y está feliz.



III


Objetás que el capitalismo funciona demasiado bien, que los medios de producción más eficientes sacan del mercado a los menos eficientes, dejándonos a todos con unos trabajos super automatizados, carentes de creatividad y humanidad.


Esto no lo niega nadie: los medios de producción más eficientes sacan del mercado a los menos eficientes; pero tu definición de "eficiente" es demasiado estrecha. Si bajo un contrato todos los trabajadores producen un peso más por hora que en otro, pero las condiciones en el primero son tan malas que el empleado cambia felizmente al segundo, incluso cuando gana dos pesos por hora menos, ¿cual es más eficiente?


Tanto para el empleador, que se ahorra más en salarios de los que pierde en producción, y para el trabajador, el trabajo "menos productivo" es el más eficiente. La eficiencia del capitalismo también toma en cuenta valores no monetarios.



IV


En el ideal socialista, el estado no va a atraer a aquellos sedientos de poder. La gente va a tomar decisiones sin ninguna parcialidad, sin ponerse a si mismos antes que los demás. No va a haber manera de que alguien inteligente se sirva de las instituciones para lograr sus propios objetivos. Y los ríos van a correr para arriba. 

jueves, 15 de diciembre de 2011

Anarcocapitalismo 1: ¿Qué es? / El axioma de no agresión / ¿Por qué?

Como les vengo contando de hace rato, estaba preparando un post sobre el anarcocapitalismo. A mitad de eso estoy cuando me doy cuenta de que el artículo va por las 1.500 palabras, estaba muy mal organizado y no lo iba a terminar nunca, así que decidí que, en vez de hacer un post larguísimo, haría varios más cortos y concisos, así que acá vamos.

Anarcocapitalismo: ¿Qué es?


[caption id="attachment_383" align="aligncenter" width="400" caption="El negro, representando la ausencia de estado; el amarillo, el oro, símbolo del capitalismo."][/caption]

El anarcocapitalismo es una filosofía política libertaria e individualista. No es ni una teoría económica (porque usa otras ya existentes, sobre todo la rama austriaca de la economía), ni es una forma de hacer gobierno (porque el anarcocapitalismo se opone al estado en todas sus formas). Se diferencia de otras formas de anarquismo porque es el único que sostiene la legitimidad de la propiedad privada; aunque se pueden encontrar varias coincidencias con otras formas anarquistas, sobre todo con el mutualismo.

Hace incapíe en las libertades de cada individuo, que no debería ser eliminadas por ninguna razón. Se organiza sobre un esquema social voluntarista. El estado, al ser una institución no voluntaria (uno no elige formar parte del estado, ni pagar impuestos, ni nada por el estilo) se considera entonces una organización que se financia a través de la coerción y el uso de la fuerza.


Es importante notar, que a diferencia de otras formas de libertarianismo (minarquismo y demás), en una sociedad anarcocapitalista todo sería voluntario. Es decir, incluso las funciones que hoy en día se creen más elementales del estado (salud, educación, justicia, etc) serían brindadas por compañias privadas.

Tambien vale decir que, aunque en expreso rechazo a cualquier forma estatista de posesión (o mejor, dicho, robo), digase: impuestos, expropiación, etc; el anarcocapitalismo no rechaza bajo ningún concepto la propiedad comunal de algunas cosas (es decir, un grupo de gente podrían ser dueños de algo y dejar que se use como bien público). En principio, el anarcocapitalismo no se opone a NADA, siempre y cuando la acción no sea llevada a cabo gracias a la fuerza (herramienta de la que hoy en día posee, en su mayor parte, el estado). Y esto es así porque...

El axioma de no agresión


El principio de no agresión, axioma de no agrsión, non  agression principle o NAP es una de las principales bases de cualquier movimiento libertario. Básicamente dice: "No tenés derecho a meterte con nadie si ese alguien no te hizo nada a vos antes"

The non-aggression principle (also called the non-aggression axiom, the anti-coercion principle, the zero aggression principle, the non-initiation of force), or NAP for short, is a moral stance which asserts that aggression is inEl herently illegitimate. Aggression, for the purposes of the NAP, is defined as the initiation or threatening of violence against a person or legitimately owned property of another. Specifically, any unsollicited actions of others that physically affect an individual’s property, including that person’s body, no matter if the result of those actions is damaging, beneficiary or neutral to the owner, are considered violent when they are against the owner’s free will and interfere with his right to self-determination.


El principio de no agresión (también llamado axioma de no agresión, el principio anti coerción, el principio de cero agresión o la no iniciación de la fuerza) es una posición moral que afirma que la agresión es inherentemente ilegítima. El NAP define agresión como la iniciación o amenaza de iniciación en contra de una persona o de un bien que es legítimamente poseído por ella. Específicamente, cualquier acción no solicitada llevada a cabo por otros que afecten físicamente la propiedad de un individuo (incluyendo su propio cuerpo), sin importar si el resultado de esa acción es bueno, malo o neutral para el propietario, son consideradas violentas si fueron llevadas a cabo en contra de la voluntad del propietario e interfieren con su derecho a la auto determinación. 


Es un concepto muy fácil de entender, y sinceramente un código moral sobre el que (creí) vivir siempre, solamente que no encontraba una palabra para describirlo.

Algo que vale la pena destacar, porque puede generar confusiones: El axioma de no agresión NO ES un "ideal", no es una base sobre de la que todos tenemos que actuar para poder vivir en paz y tener una sociedad libre. El axioma de no agresión es una regla que indica, simplemente, cuando está justificado el uso de la fuerza para retornar al estado previo de las cosas (antes de que la agresión primera sea cometida).

¿Por qué?


[caption id="" align="aligncenter" width="300" caption="¿Quien es dueño de vos mismo?"][/caption]

¿Por qué querríamos una sociedad anarcocapitalista? Bueno, si vienen leyendo el post entero, tendría que, si bien quizá no compartir, entender algunas de las principales razones: El NAP y el concepto de voluntarismo.

El NAP es una parte muy importante del anarcocapitalismo (y de cualquier movimiento que se defina como libertario), y sinceramente es díficil no compartir lo que dice. Al menos para mi, lo fue. Una vez que dije: "Sí, lo que dice el NAP está bien" lo demás se va dando, cuando uno se pone a pensar de qué manera se comporta el estado, como sirve para oprimir, como va en contra de nuestra voluntad, etc.

Y otras es el concepto de voluntad, y es lo que considero una de las cosas que hace tan copada la vida. La voluntad lo es todo. La voluntad es lo que da ganas de vivir, al menos para mi. Y cuando uno se da cuenta de que hay una empresa gigante (porque el estado es una empresa que se mantiene a fuerza de pistola, no crean otra cosa) que te dice qué podes hacer, que no podés hacer, que tendrías que hacer; que estimula ciertas cosas para que las hagas, que desincentiva a hacer otras para que no las hagas... como que te bajonea un poco.

Creo que esta cita de Robert Paul Wolff:

The defining mark of the state is authority, the right to rule. The primary obligation of man is autonomy, the refusal to be ruled. It would seem, then, that there can be no resolution of the conflict between the autonomy of the individual and the putative authority of the state. Insofar as a man fulfills his obligation to make himself the author of his decisions, he will resist the state's claim to have authority over him. That is to say, he will deny that he has a duty to obey the laws of this state simply because thehey are the laws. In that sense, it would seem that anarchism is the only political doctrine consistent with the virtue of autonomy


Lo que define al estado es la autoridad, el derecho a ordenar. La principal obligación del hombre es la de ser autónomo, la de negarse a ser ordenado. Parecería, entonces, que no puede haber una solución para el conflicto entre la autonomía del hombre y la supuesta autoridad del estado. Mientras el hombre cumpla su obligación de hacerse a sí mismo el hacedor de sus decisiones, resistirá la llamada del estado para ser mandado. Es decir, rechazará las leyes simplemente porque son leyes. En ese sentido, parecería que el anarquismo es la única posición política consistente con la virtud de la autonomía,


Hay muchos, muchos argumentos a favor del anarcocapitalismo, e incluyen la eficiencia del libre mercado, la inmoralidad del estado, la necesidad de hacer al hombre libre, etc, etc, etc.. Y hay muchos en contra también. Pero la pregunta, al fin, reside en: ¿Creo que alguien tiene el derecho a decirle a los demás que tiene que hacer? Si tu respuesta es no, quizá te interesen los próximos posts... puede que te guste mi filosofía política.

martes, 6 de diciembre de 2011

¿Qué me alejó de "La Izquierda"?

Mientras preparo el post (largo y espero que bien documentado) sobre el anarcocapitalismo, me puse a pensar por qué hace tan solo un par de años me considaba "un zurdo más" y ahora estoy prácticamente al extremo opuesto de la izquierda (aunque no me considero de derecha, porque esa palabra se aplica a los conversadores, más que nada, pero en fin). Y creo que llegué a una conclusión.

Lo digo claro: De la izquierda me alejó las ganas de ver opresión en todos lados. Lo mismo pasa con el feminismo, el movimiento LGTB y básicamente cualquier organización que se encargue de defender a una minoría. Se van al carajo con el discuro simplista, muchas veces resentido que pide por legislación por cada pelotudez que pasa con tal de buscar "que no se sientan ofendidos".

[caption id="" align="aligncenter" width="604" caption="Hacé tu vida y que los demás la suya. PUNTO."][/caption]

Porque cuando uno lee a alguien diciendo que la prohibición de la prostitución está bien (porque que la mujer venda su cuerpo es opresión), o que el porno tiene una base "maligna cuyo único objeto es oprimir a la mujer", o que ven al problema de las drogas como "producto de opresión del capitalismo" o cosas así, y las dice alguien que supuestamente está a favor de la libertad, uno se queda pensando: ¿Qué es la libertad para esta gente?

Porque si algo que odio es la concepción cristiana de "hay que salvar al otro de sí mismo, hay que ayudarlo que se no destruya, hay que mejorarlo, hay que hacerlo más lindo, más inteligente, más racional, más fuerte, más comprometido, más... más... más como yo."

Salvar al otro de sí mismo es lo que nos trajo tantos problemas en principio. Nos trajo la prohibición del matriomonio gay, nos trajo la ilegalización de las drogas, la cantidad de enfermedades mentales que tenemos hoy en día (cada día más gente toma más cosas para la cabeza, muchas veces en contra de su voluntad), la aceptación de los gobiernos autoritarios y déspotas, nos trajo la prohibición de la muerte digna y del suicidio asistido... y puedo seguir.

Y noten qué, a propósito, digo: ilegalización de las drogas, del matrimonio gay, etc. ¿Por qué? Porque muchos olvidaron, que si no se hubiese legislado en contra de eso hace tiempo (o legislado mal), eso nunca hubiese estado prohibido.

No digo que, por ejemplo, lo del matrimonio gay no sea un éxito. Lo es, y me levanté feliz el día que se aprovó. Lo que digo es que muchos no ven el problema de fondo, el problema que estuvo atrás de todos estos problemas siempre: el estado. Todas estas nuevas leyes, lo que hicieron, fue recuperar una libertad que deberíamos haber tenido siempre, pero nos la quitó el estado (y ahora nos la volvió a dar, como si fuesemos sus hijos, que él decide cuando estamos maduros para ciertas cosas).

Y lo que más resulta curioso, es que para muchos de los que tanto tiempo han sido oprimidos por el estado (y esta vez, uso la palabra opresión con razón), la solución esté en más leyes, más legislación, más protección, más policías, más más más y más estado. ¿No se dan cuenta de que es al revés?

lunes, 28 de noviembre de 2011

La "propiedad intelectual" no es propiedad

Los que me siguen en Twitter o me conocen en la Vida Real(tm) saben que pasé por mil y dos filosofías políticas en mi vida. Ahora mismo, me encuentro en mi etapa anarco-capitalista, seguidor de la escuela austríaca de la economía y la praxeología.

Y en esto estoy yo, tan feliz, cuando me encuentro conque Telefé planeaba denunciar a Cuevana (uno de los sitios más copados que se puede encontrar últimamente en Interné). Otra vez con esto, me digo. Ya Taringa había planteado el mismo problema, hace un tiempo, cuando hubo todo un quilombo (y según tengo entendido, los creadores del sitio siguen procesados y se enfrentan a 6 años de prisión... por crear uno de los sitios más populares de Argentina)

[caption id="attachment_315" align="aligncenter" width="230" caption="Que no te encierren la cabeza, loco."][/caption]

Pero, volviendo al tema. Como siempre me revienta cada vez que una empresa quiere venir a romper los huevos con meter mano en internet (con la siempre manito amiga del estado), y como cada vez las formas de hacerlo son más desastrosas y más prohibitivas para los que nos manejamos, expresamos y leemos en internet, me puse a ver en más detalle algo que ya sospechaba de hace rato: ESTO NO PUEDE ESTAR BIEN.