martes, 27 de septiembre de 2011

Cosas que uno no espera extrañar.

De vez en cuando me siguen preguntando si extraño algo de Argentina / familia / amigos / inserte cualquier cosa aquí. Y la respuesta suele ser no. Porque la verdad, no. O sea, ¿familia? Meeeeh. ¿Amigos? Sí, pero... mehhhhh. Y así. Pero hay cosas que uno no se espera extrañar y de pronto se encuentra extrañando, así de la nada, y uno de da cuenta de que no es precisamente gente, son otras cosas, otras cosas que son mucho más estables incluso que la gente.

Porque uno puede tener un amigo por diez años, pero a la comida uno esta acostumbrado desde que uno nace. Y nunca la cambió. Porque vamos a decirlo, uno puedo mandarse a un restaurante mexicano de vez en cuando, pero las empanadas siempre andan por ahí, las tartas de jamón y queso siempre andan por ahí, la milanesa napolitana siempre anda por ahí, ¿no?. Y cuando uno pasa dos meses comiendo cosas que no le son comunes para nada (ballena incluida), uno extraña la comida, vamos a decirlo.

Otra cosa curiosa que estoy extrañando es el tiempo. En serio. Corrientes tiene un tiempo de mierda en verano, vamos a decirlo. Pero lo cierto es que me estoy cansando de tener que ir en campera a todas partes por ahí. De vez en cuando se extraña la posibilidad de salir en remera y sentir el fresco por ahí. Y el sol, porque aca uno le manda al nublado todo los días y los días que no esta nublado las montañas suelen tapar el sol la mayor parte del día, así que uno no lo ve mucho. Y ni hablar de en invierno. Y los árboles, como ya había hablado en la otra entrada.

Otra cosa que es raro extrañar pero que se hace, y me di incluso más cuenta despues de pegarle una re-veída a "El secreto de sus ojos" es que se extraña la manera de hablar. Ni siquiera el español. Es la manera de hablar. La manera de mandarse puteadas entre los pibe y de gritar "la re concha de la lora" cuando uno se tropieza con el dedo meñique del pie. Es así. Supongo que es que se extraña putear.

Iba a formatear la entrada para ponerle negritas y demás pero la verdad es que no tengo ganas. Adios.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Un durazno sin arboles

Una de las pocas y pequeñas cosas que extrañaba de Argentina eran los árboles. Sí, árboles. Acá hay entre pocos y ninguno. Muchos arbustos y vegetación en general, sí, genial; pero árboles... poco y nada. Pero hace poco unos amigos me llevaron al "parque" oficial de esta ciudad y debo decir que es el mejor parque en el que estuve en mi vida.

Sí, no es precisamente el parque más grande que haya visto. No sé ni siquiera si llamarlo parque. Pero mierda que es lindo. Además, tiene un arroyo pasando en el medio en el que podés tomar agua directo de ahí. ¿A que eso es groso?

En fin, hoy aproveché que había sol (Sól! Spenanndi!) y fui a sacar un par de fotos. Me quise hacer el grosso sacando fotos en RAW y qué se yo pero la verdad es que el RAW puede irse a pegarle una visita a su vieja y meterse en las cavidades femeninas de la misma, porque como siempre terminé editando los JPEG no más. En fin. No sé ni a quien le importa esto.



Path to the top.



You can drink that water.

Reminds me of England.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

1 mes en el medio de la nada (aka la nada del medio)

Hoy hace un mes llegué a las Islas Faroe. Recuerdo todo como si fuese ayer... es lo que diría si fuese un viejo mentiroso. Pero no lo soy. La verdad es que me olvidé de la mitad de las cosas que hice. La rutina le gana a uno y siempre, por supuesto, se queda con algunos días / momentos copados pero decir que me acuerdo de todo sería mentir.

Sí recuerdo el día que llegue. Cuando me buscaron del aeropuerto, despues de las presentaciones y demás, me dijeron si tenía ganas de comer pizza. Mi respuesta, para cualquiera que haya viajado en avión por dos días, es obvia: "Por ahora sólo quiero una ducha, si es posible. Despues la pizza. Y después, dormir". Por suerte mis deseos se me concedieron y pude tener la ducha, la pizza y la cama.

Pero esto es relevante para casi nadie. El punto es que el 7 de agosto de 2011 estaba llegando a estas islas, ¿y qué descubre en este tiempo por acá? Bueno, algunas cosas curiosas:

  • Las reglas de educación son... laxas. Escupir no está mal visto y el mundo lo va haciendo por así como si nada. Servilletas he visto sólo una vez de tela, y las de papel las usamos una vez no más en una comida en la que uno se ensuciaba demasiado.

  • La gente fuma. Mucha cantidad. Y muchas personas. Y eso que los cigarrillos están carísimos. Pero se fuma como si mañana fueses a morir. Eso que la cajita de cigarrillos esta como $50 pesos argentinos.

  • Aunque no soy fan de la comida regional (la ballena fue pasable, la ballena seca da ganas de vomitar, el pájaro loco que no recuerdo el nombre era bastante malo y el pescado podrido no fue tan malo, pero tampoco tan bueno), la comida de todos los días es más que pasable. Aunque se extrañan las empanadas, se extrañan.

  • Comen papa como condenados. Y cuando hablo de comen papa, es que comen papa T-O-D-O-S los días. En Dinamarca aparentemente es igual.

  • La gente tiene ovejas como hobbie. La mayor parte del mundo no vende nada de la carne de su oveja ni nada por el estilo, pero las tienen por ahí para romper las bolas.

  • Hay más ovejas (70.000) que gente (50.000)

  • El tiempo es una locura, puede cambiar totalmente en 2 horas. Y aunque la lluvia estuvo buena la primer semana, comienzo a extrañar el sol. Creo que tuve dos o tres días de cielo completamente despejado hasta el día de hoy.

  • Todo, todo, todo es CARISIMO. Y hablo de caro al estilo tres o cuatro veces más caro que en Argentina, eh. ¿Excepciones? La ropa, está casi lo mismo. ¿Algo a destacar? Salir a comer algo es imposible. Te comés unos $50 o $60 pesos por hamburguesa fácil, fácil (y nada de restaurantes chetos eh, les estoy hablando de comida rápida)

  • El mundo es libre de hacer lo que se le da la puta gana, y eso es genial. El colegio es lo más. Márita hace café en su cafetera mientras el profesor de latín habla. Hilmar diseña cosas en Photoshop y ve entrevistas a Andy Rain mientras la clase de inglés sigue su curso. La gente se levanta y va al baño / a fumar cuando quiere, sin pedir permiso. Cuando pregunté si tenía que llevar uniforme y afeitarme para el colegio me miraron con cara rara y me dijeron "No, acá dejamos venir a cada uno como prefiera"

  • Despues de un mes, el Faroés esta empezando a tener sentido. Y con sentido digo "entiendo si alguien me pide que le pase el agua". Lo cierto es que una vez que uno pasa la barrera incial de "qué carajo es esta mierda", el idioma no resulta tan dificil. Evidentemente no puedo hablarlo más que a un nivel increíblemente básico aún, pero espero hacer importantes progresos en los próximos meses.

  • Las profesoras de español tienen un acento MOOOOOY obvio, y eso me hace preguntarme si mis profesoras de inglés habran tenido el mismo acento tan obvio para alguien nativo en inglés.

  • La gente acá es muy religiosa. He visto más remeras de "Jesús es real" en un mes acá que en toda mi vida en Argentina. Pero a nadie parece importarle mucho que sea ateo. Nada del "oh irás al infierno" que por ahí se dice.

  • Por más que esté a 20.000km de mi hogar, no he cambiado mi personalidad tanto como algunos creen. Aún me paso la mayor parte de mis tarde navegando por Reddit, escuchando música, viendo series. Uno cree que viene acá y su vida va a ser RE DIFERENTE pero lo cierto es que al tener una rutina y saber que uno va a estar acá por un año, a uno no le apura tanto hacer todo ya. Además, los precios hacen que salir todos los días sea cuasi-imposible.

  • Sin embargo, encontrarse con un nuevo grupo de gente sí cambia la personalidad de uno. No sé si "cambiar la personalidad" sea el término correcto, pero creo que dentro de mi nuevo grupo tengo otro rol que en el viejo. Acá uno tiene la etiqueta de "el extranjero" (referencias a Camus aparte) de antemano, y eso cambia mucho todo. Además, uno no puede ser un hijo de puta despiadado con gente que no conoce. así que sí. Es curioso, eso.

  • Todos, todos, todos hablan inglés. Bueno, no todos. He encontrado dos personas que no lo hablan. Pero tienen más de 70 años. Todos los demás sí, y con una pronunciación más que buena. El inglés está mucho más metido en su vida que en la nuestra, hasta tienen canales de TV en inglés sin subtitulos (noticias, más que nada).

  • Mezclan faroés con inglés bastante. Escuchar expresiones como "oh my god", "thank you" y así es de lo más común. A nadie le parece raro... pero a mi sí. ¿Por qué usan tanto inglés si con su idioma se puede decir todo eso de lo más pancho? No voy a ir diciendo yo "oh my god" cuando puedo decir "por dios" y fue. No sé.

  • Todos también hablan danés. De hecho, por su larga relación con Dinamarca y porque son muy pocos como para que alguien les preste su digna atención de traducir, la mayor parte de los libros de texto / libros normales están en danés. Un bajón para mi, que quiero aprender Faroés, porque para leer algo primeor tengo que descifrar si es danés o no y despues disponerme a leerlo.

  • No todos son tan rubios como cabría esperar, pero sí hay más. También hay muchas más pelirrojas. Y mucha más gente teñida de colores raros. Y muchas usan el pelo corto, también.

  • Comen cosas raras, como pan con chocolate y pan con banana. Qué onda. El pan no va con todo, che.

  • El español suena, según Ólavur, como "Babidi babidi babidu". Según la alemana (otra estudiante de intercambio) suena a "La le li lo". Las vocales son prácticas, chicos. Esta gente debería aprender eso. (voy a grabar un video del vaguito diciendo "babidi babidi babidu". Te matás de risa).

  • Hay una que se fue de intercambio a México (nombre: Sofía)  que me habla con acento méxicano. Me mato de risa con ella. "Oye, ¿y tú que quieres para beber?". Igual el español de la piba perfecto, así que uno se re entiende.


Si se me ocurren otros datos curiosos locos hago otra lista. Sean felices.