sábado, 14 de septiembre de 2013

Desafío Temático III: Hablá sobre una causa especial para vos y contá por qué.

De nuevo me atraso con este Desafío Temático pero esta vez tiene una razón, más allá de lo que me mantuvo ocupado durante la semana: sinceramente no sé de qué carajo hablar.

¿Una causa especial? Me considero bastante anti-causas como para hablarles de una por la que me mueva demasiado. No solo no milito sino que estoy bastante en contra de la militancia como se la entiende generalmente. Tampoco me mueven demasiados pelos la mayoría de los temas que suelen dividir al mundo porque tengo una posición bastante clara al respecto pero dudo de que mi pobre participación en algo vaya a cambiar el destino del mundo así que prefiero simplemente seguir con mi vida, disfrutarla lo más posible y preocuparme lo menos posible sobre el mundo y la vida porque, al fin y al cabo, yo no puedo hacer nada para cambiarlo. 

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Quizás la causa con la que más comprometido estoy, y esto a un nivel puramente teórico, sea la de "la libertad". Es una fea palabra "libertad" porque no significa nada y no me gusta usar términos así. Para ser más claros, digamos que le tengo mucho cariño a la idea de un mundo en dónde no se use la violencia explícita para organizar la sociedad. Soy lo que se llama un libertario tirando hacía un lado bastante anarquista (aunque, a diferencia de la mayoría de los anarquistas, creo que el mercado es una buena base en la cual apoyarse para la organización social). A pesar de la connotación derechosa que tiene la palabra liberalismo en Argentina, coincido con muchos zurdos radicales en varias cosas: eliminación del matrimonio estatal, legalización de las drogas, dejar de ayudar a las empresas con subsidios, menos estado policial, reconocimientos de los derechos de todas las minorías, abertura de fronteras, etc. Así como ese es el lado zurdo, hay muchas cosas que podrían ser consideradas de derecha en mi pensamiento, aunque yo no lo veo así: desregularización del mercado de armas, dejar de (eventualmente) dar subsidios y protecciones especiales a las minorías, privatización de la salud y la educación; etc.

Dentro de esta llamada "causa" (detesto ese término) hay temas que me tocan más que otros. Al movimiento LGTB siempre le tuve mucho cariño y, sinceramente, no sé por qué. Quizás porque es un objetivo totalmente alcanzable para estas épocas el de la eliminación de la discriminación contra las personas LGTB. Entiendasé: estamos lejos de eliminar el concepto de gobierno, pero el matrimonio gay se aprobó ya hace unos años (aunque aún queda mucho por hacer). La legalización de las drogas también es otro objetivo que me parece alcanzable a corto plazo y bastante importante, aunque le tengo poco cariño a la cultura hipposa que crece como hierba (pun!) alrededor del movimiento por la legalización de la marihuana.

Pero como dije, ¿vale esto como causa? No milito, no ayudo, no voy a ningún lado, no trato de cambiar leyes. En una discusión con mis amigos quizás defienda mis ideas, pero toda mi militancia queda ahí. Este post, entonces, viene bien para un sábado a la mañana: ojalá nadie lo lea. No es muy interesante y, además, no me gusta hablar de "causas" como si yo supiese que es mejor para el mundo. Perdón: saberlo quizás sea posible. Ahora, cambiarlo... eso no está en las manos de uno. Por la vía política uno se mete, por definición, en el sistema y no puede cambiar las cosas radicalmente; por las otras vías se suele llegar solo a la destrucción y a la condena social. ¿Entonces? Mejor me tomo una birra.

1 comentario:

  1. Tres cosas:
    - Yo lo leí
    -Opino igual en cuanto a NO militar
    - Estoy totalmente de acuerdo en lo de la birra.

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