sábado, 1 de diciembre de 2012

¿Por qué nos gustan algunas canciones? Ciencia de la música y Die Antwoord

Sobre gustos...


Hace poco leía un artículo muy interesante en Big Think, que se titulaba (traduciéndolo) "Tus gustos musicales pueden ser malos", un artículo en contra de la sabiduría mainstream-popular de "sobre gustos no hay nada escrito"; y es que aparentemente, sobre gustos sí hay cosas escritas... en nuestros cerebros.

Me explico, lo que quiere nuestro cerebro en cuanto a música es comparable a lo que quiere nuestra lengua en cuanto a comida  por decirlo así. Veamos: sobre las sutilizas, podremos diferir (¿aceitunas en la pizza o no?) pero pocos encontraremos que nos digan que les encanta el gusto de la madera.

Ahora, llegando a la parte más interesante: si esto es cierto, ¿no es posible predecir, o al menos analizar, qué canciones van a ser más gustadas entre la población? Y a eso vamos.

Aparentemente, el sonido funciona como muchas otras cosas: Una vez que nos acostumbramos, se torna aburrido y poco interesante. Pero al mismo tiempo, algo demasiado original causa confusión, un estado de "anarquía cerebral" en donde nada sigue un patrón y esto irrita a nuestra mente. Por eso, la conclusión es que "una característica de la buena música es el balance entre la originalidad y la familiaridad" (negus la teoría completa, todo el placer que experimentamos por la música se basa en cinco emociones: Imaginación, Tensión, Predictibilidad, Reacción y Apreciación, de ahí el nombre: ITPRA)

Hasta ahora todo esto puede sonar raro, pero si la teoría en papel no los convence  pensemos un poco con la ayuda de los chicos de VSauce, que se hicieron la muy importante pregunta: ¿Alguna vez nos vamos a quedar sin música nueva?. La cuestión tiene sentido: Hay un número finito de tonos reconocibles para el cerebro, y solo hace falta que dos ideas musicales se parezcan para que ya nos parezcan casi iguales. Además, aunque no lo parezca, es relevante a lo que queremos, en fin, saber: ¿Hay patrones establecidos en nuestro cerebro que indiquen qué canciones nos van a gustar?

Advertencia: A los que no les importen las explicaciones técnicas / matemáticas, pueden saltar hasta la parte que dice "Conclusión". Todo esto que viene gracias a Covered in Bees

Entonces, reconozcamos que si un sistema digital moderno no puede reconocer entre dos sonidos diferentes, nosotros tampoco. Una afirmación razonable, considerando el estado moderno de la tecnología  Diría, incluso, más que razonable... pocas son las personas que pueden distinguir entre un MP3 de 128, 256 y 320kbps, y sin embargo, para una computadora, son muy diferentes.

Y aquí comenzamos con la matemática: ¿Cuantas canciones de 5 minutos se podrían hacer, asumiendo que las grabamos en un CD de normal, de los que todos conocemos?. Bueno, para empezar, tenemos que entender como las canciones de digitalizan: todas las cosas de las computadores se resumen, finalmente, a unos y ceros. El famoso sistema binario. Las canciones no son excepciones. Todos los MP3 de tu colección, son, al fin de todo, una colección de unos y ceros. Un bit es uno de estos números (1 o 0). Dos bits son dos de estos números (00, 01, 10 ó 11). Y así. Para un bit, las opciones son 2; para dos, son 4; para 3, son 8. Entonces, podemos representar la cantidad de opciones que hay para x número de bits con la sencilla formula: 2x.

Sabiendo esto, simplemente tenemos que saber cuantos bits contiene una canción de 5 minutos en calidad CD para calcular cuantas combinaciones son posibles. Resultan que los CDs tienen una calidad de 44,1 kilohertz por segundo (1 hertz por segundo sería un sonido por segundo). Siendo que los CDs tienen 44,1 kilohertz, podemos decir que tienen 44.100 hertz por segundo (ó, 44.100 sonidos por segundo). Cada sonido ocupa 16 bits en un CD. Haciendo entonces una simple multiplicación de 16 × 44.100 = 705.600. Tenemos entonces 705.600 bits en un segundo de sonido. 5 minutos son 300 segundos, así que 705.600 bits × 300 = 211.680.000 bits en una canción de 5 minutos, en calidad CD.

Ese número ya es bastante monstruoso, pero aun no terminamos. Falta potenciarlo, pues cada bits puede tener dos estados. ¿Se acuerdan de la formula de arriba, para calcular la cantidad de posibilidades para un número x de bits?

Eso es 2^211,680,000 (dos elevado a doscientos once millones seiscientos ochenta mil). Si entienden algo de potencias, ya pueden ver donde esta yendo esto: resulta que el resultado es un número de 63 millones de cifras.

Para comparar, si uno reproduciese todos los sonidos posibles de 5 minutos en un CD desde el Big Bang hasta ahora, solamente serían 1,4 billones (1.400,000,000,000). Este número tiene solo 13 cifras. Tendríamos que componer desde el Big Bang hasta ahora algo así como 5 veces para agotar las posibilidades de canciones de 5 minutos.

Conclusión: El número de canciones posibles es, aunque finito, INCREÍBLEMENTE GRANDE (tiene 63 millones de cifras), y probablemente la raza humana se extinga antes de terminar todas las posibilidades.

Y esto nos lleva al punto de nuevo del artículo, a la prueba de que la teoría expuesta el principio tiene, como menos, sentido: ¿Por qué, si tenemos una cantidad increíble de posibilidades para producir sonidos, nos quedamos siempre con los mismos?

La afirmación de que nos quedamos siempre con los mismos puede sonar atrevida. ¡Tanta diversidad en la música! Y de hecho que la hay, pero los patrones son muy similares. La gran mayoría de la música tiene un patrón de cuatro cuartos en los tiempos, y las notas se repiten una y otra vez en diferentes canciones.

Como prueba, vean este video de una banda australiana que, con tan solo 4 notas, canta más de 40 canciones, desde "You are Beautiful" de James Blunt (que detesto), hasta Bullet with Butterfly Wings, de The Smashing Pumpkins (que me encanta)
¿No será un poco repetitivo?

De hecho, no son solo las notas: las letras también tiene patrones que se repiten. De hecho, hay un patrón tan común que que se llama, en inglés, "Common Metre" (patrón común). Lo sigue desde la clásica canción de Pokemón hasta el himno nacional de Aaustralia.

De entre tantas posibilidades, ¿por qué elegir tan pocas? Así, tiene sentido considerar que haya algo en nuestro cerebro al que simplemente le parezcan agradables ciertos estándares musicales. Quizás, sobre gustos, hay más escrito de lo que pensamos.

¿Die Antwoord?


A todo esto, ¿qué carajo tiene que ver eso? Bueno, para los que no los conozcan: Die Antwoord es una banda de rap-rave surafricano que, en mi humilde opinión, es genial. Esta compuesto por dos cantantes, Yolandi y Ninja, y un tercer y misterioso DJ Hi-Tek, que en realidad nadie sabe si existe.

Y he aquí el problema: Die Antwoord me parece genial, pero... ¿por qué? No debería. La música no es extremadamente original, ni se ajusta a mi más comunes gustos de rock, indie, jazz, etc.

¿Por qué entonces me gusta? Y ahí me encontré el primer artículo que cité, y una cita que me llevo a desarrollar una respuesta:  "una característica de la buena música es el balance entre la originalidad y la familiaridad".

Die Antwoord es la mezcla perfecta de los dos elementos. La banda combina música sencilla, muchas veces del estilo al que en Argentina llamaríamos "marcha", pero toda su estética es simplemente sorprendente  sus letras son raras, el mismo acento sudafricano hace que uno la vea como algo más raro, no una marcha normal.

Como ejemplo, el primer video que ví.

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=8Uee_mcxvrw&w=560&h=315]

I Fink U Freeky nos adelanta que nos encontramos con algo raro. Los errores en la ortografía (fink en vez de think, u en vez de you, freeky en  vez de freaky) nos dicen que algo está mal, pero al mismo tiempo son tan obvios que no podrían haber sido sin querer.

El video sigue con el mismo sentido. Un video en blanco y negro, con una fotografía genial; pero carente totalmente de sentido, historia o hilo conductor, más allá de la atmósfera tétrica.

La letra, mitad en inglés mitad en afrikáans, no dice nada interesante. Absolutamente nada interesante. Gran parte de la misma es autoreferencial, con dichos como:
Make my mummy happy cause I get so paid
Making my money rapping over techno rave
I can take you 'round the world, let's go babe
When I step up and do my thing I put you in a trance

Hago a mi mamá feliz porque me pagan tanto
Me pagan por rapear el techno rave
Te puede llevar alrededor del mundo, vamos
Cuando me levanto y hago lo que hago te pongo en trance

Y esto es lo que tiene Die Antwoord, que uno se pregunta: ¿Esto es en serio? Porque una letra así no puede ser en serio.

La expectativas de una marcha normal chocan con la originalidad de una letra cuasí-satírica de las letras de rap y un video que obviamente está dirigido por un profesional (y de hecho que es un profesional)

Veamos otro ejemplo: XP€N$IV $H1T

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=3YPCdJbZYXo&w=560&h=315]

El video tiene las letras incrustadas, pero para los que no saben inglés, les resumo el tema: "Tengo tanta plata que me paso la pija por cosas caras". Se menciona incluso el hecho de "cojer con vaginas de diseñador".

De nuevo, el encuentro de las expectativas con la "nada-que-ver-dad" está ahí. El fondo, sonando una pista de rap de lo más común, pero despues uno se encuentra con el "rapero" siendo tan obvio, tan poco sutil que uno dice "esto no puede ser en serio". El detalle de las letras mal escritas sigue ahí, para empeorar la sorpresa

¿Por qué esa es la pregunta? Porque eso es lo que uno no se esperaba. Es algo nuevo, algo que puede ser idiota quizás, pero nuevo.

Y la pregunta de todos: ¿Die Antwoord, es en serio? Y no, no lo es. Probablemente no. Pero son geniales, para mi, porque cada vez que los escucho, mis expectativas del género se ven encontradas con otra cosa. Y cada vez que los veo, mis expectativas de lo que un video tiene que ser, se ven encontradas con otra cosa.

Quizás la teoría del principio no se puede aplicar solo a la música, sino a todo. No tengo ninguna base científica para decir esto, pero sería al menos interesante de pensar.

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